Las lesiones producidas por la práctica de tatuajes, la colocación de pírcings y la aplicación de micropigmentaciones son diversas como veremos más adelante porque el origen del problema está en la falta de información de la población usuaria y de formación específica de los aplicadores libres o intrusos, en estos campos.

Lo primero que hay que recordar es que no todos los sitios que realizan estas prácticas están autorizados sanitariamente para practicar estas actuaciones. No sirve ser un buen dibujante y ponerse a realizar estas prácticas en su domicilio, se requiere formación básica de riesgos sanitarios, un espacio higienicamente adecuado, y conocimientos de temas de legalización y documentación para cumplir con la normativa en ésta área. Cuando existe formación, existe una habilitación para ejercer, se ha estudiado la regulación administrativa que existe en estas actuaciones, que de entrada son actuaciones con regulación sanitaria y requieren de una autorización expresa de la autoridad sanitaria, se estudian las técnicas y tratamientos desinfectantes de la maquinaria, las tintas homologadas y autorizadas, los materiales de implante no alergenos, la realización de pruebas de alergia y demás elementos que intervienen en estas prácticas. Por ello, insisto en que un centro homologado dispone de profesionales que disponen de la capacitación técnica para poder realizarlo y además disponen de los seguros en vigor para hacer frente a cualquier responsabilidad civil que pueda darse. Hay que tener en cuenta que las afectaciones en la salud, no solo serán para el cliente o clienta, sino también para el aplicador/a. Por lo tanto, una regulación administrativa nos protegerá tanto como usuarios de esta técnica como aplicador/a o trabajador/a de la misma.

Las enfermedades que pueden causar estas prácticas pueden ser enfermedades locales, o a distancia como las dermatopatías, tumoraciones, o enfermedades de transmisión hemática y cutaneomucosa. Pueden ocasionar hepatitis B y C, incluso Sida, además de otras complicaciones infecciosas. Todo ello se evita cuando el centro está homologado y se realiza con las garantias sanitarias que el aplicador conoce, además de utilizar los productos de un solo uso y homologados sanitariamente.