Nueva sentencia favorable. Se ha reconocido una incapacidad permanente total con profesión de chapista. Gracias a ello, se le reconoce del derecho a cobrar una pensión mensual, La cantidad, un 55% de su base reguladora, pudiendo compaginarla con el ejercicio de otra profesión.

El problema

El cliente es un varón autónomo de 63 años de edad que acude a nuestro centro para valorar las lesiones de su hombro de 1 año de evolución, que le impide desde trabajar como chapista de automóbiles, hasta conducir, por lo que actualmente está muy limitado para sus actividades habituales de ocio laborales y familiares.

Las lesiones evaluadas al paciente en nuestro centro Peritomedico fueron de diversa índole, desde alteraciones osteoarticulares, hasta lesiones tendinoso musculares de carácter subagudo, por lo que no se pueden etiquetar de un origen accidental concreto, pero que pudimos probar la causa-efecto en relación a su actividad laboral de chapista, por los contínuos golpes que su brazo imprime contra los objetos metálicos duros (desde hombro , codo y muñeca). Ello ha ido repercutiendo año tras año, en los componentes internos de dichos músculos y articulaciones hasta que se han producido microroturas internas que han llevado a reparaciones permanentes del propio cuerpo, hasta que finalmente ya no ha podido aguantar más y ha desencadenado la aparición de un dolor importante, una alteración funcional del brazo y finalmente una incapacidad para cualquier movimiento del mismo. Realizamos en este caso una doble actuación, primero hicimos un informe medico pericial para presentar al INSS la solicitud de incapacidad permanente total para su profesión de chapista y a la vez iniciamos las actuaciones de tratamiento médico y rehabilitador en centro externo para mejorar la clínica. Tras 9 meses de la primera evaluación el paciente ha mejorado clínicamente pero persisten las limitaciones en su hombro y brazo que fueron analizadas mediante una prueba biomecánica, dando los porcentajes del déficit de movilidad y fuerza resultante, y que se presentaron en el juicio en el Tribunal de lo Social y que claramente se pronunció favorablemente a los intereses del cliente.